CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADA
El ritual del sábado
hebreo parece haber sido una antigua fiesta babilónica que se celebraba cada séptimo
día (Shapalú) del mes lunar, pero su significado era muy distinto del que tiene
el sábado bíblico.
El Shapalú babilónico era una fiesta de duelo y auto castigo.
Era un día sombrío, dedicado al planeta Saturno (nuestro sábado está dedicado
al menos en su nombre al mismo planeta) cuya ira se trataba de apaciguar
mediante el auto castigo y la auto acusación.
Saturno en la antigua
tradición astrológica y metafísica simboliza el tiempo.
Es el Dios del tiempo y
por consiguiente el Dios de la Muerte.
Saturno simboliza el hambre devoradora
de la vida que consume todas sus creaciones, sean seres, cosas, ideas, o
sentimientos, por ello se dijo que "devoraba a sus hijos" y se le
relaciona con el Ouroboros o serpiente que se muerde la cola.
Otros atributos
suyos son el remo, (navegación, avance en la intemporalidad) el reloj de arena
y la guadaña; en la guadaña se encierran simbolismos de doble sentido: la
esperanza del renacimiento por medio de la cosecha y al segar, la muerte
paralela; ratificación de la devoración de Saturno.
La guadaña en su forma
curva corresponde al principio femenino, asociada a Atís y a los sacerdotes de
Cibeles, aludiendo a la automutilación.
Algunas deidades no portan la gran hoz
del agricultor, sino un pequeño puñal de forma curva llamado Harpé.
Todas las
armas curvas son lunares y femeninas, mientras las rectas son masculinas y
solares.
Lo recto es penetración e impulso, lo curvo es camino y pasividad. Por
eso se asocia a la Harpé con la vía indirecta, con el camino secreto hacía el
ultramundo.
El sábado en la
tradición cabalística, comprende la idea de reunión, de reintegración de la
Shejiná(*) con Dios, de matrimonio sagrado, borrar por unas horas la noción del
exilio y el hombre vuelve a ser parte de la divinidad. La meditación, la
lectura de los textos sagrados, serán el puente que une al hombre con la
esencia divina.
En el sabado el rezo
y el pensamiento pueden devolver al paraíso perdido. El sábado en sí, es un día
exiliado, cuya repetición cíclica asegura al hombre la presencia de Dios, de
ahí que sea el día místico por excelencia.
(*) Shejiná la morada
interior de Dios, en el mundo: la presencia divina que hay que descubrir, una
especie de espíritu santo que aún mantiene unido al hombre con la divinidad. La
Shejiná
montse_rocco@hotmail.com
Hola, quisiera saber dónde encontraste la procedencia babilónica del sabbat. He visto que procede de los fenicios, pero tampoco es una información fundamentada. Te lo agradecería.
ResponderEliminarHola aquí va la bibliografía:
EliminarJames B. Pritchard. Arqueología y Antiguo Testamento.
La Epopeya de Guilgamesh (Relato Babilónico donde se ha basado gran parte de la Biblia Hebrea)
Storia delle Religione Ambrogio Donini
El Código Babilónico de Hammurabi
Saludos
Muchas gracias!!
ResponderEliminarde nada :) un gusto poderte ayudar, cuando gustes, un gran saludo.
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