Este espacio fue concebido mientras pasaba largas horas escribiendo con pasión, pensamientos que fluían como ríos de tinta,; fruto de sentimientos y nostalgia.
Su único propósito fue siempre el de expresar a través de líneas escritas con el corazón, sentimientos que amenazaban con desbordarse.
Al paso del tiempo, el arrebato que inspiró esto, dejó de ser protagonista principal, pero jamás dejó de ser mi razón de escribir.
Con los años, mi mente me sigue llevando hacía él.
Y es por ello que mis letras siempre llevarán en el fondo de su orígen, una huella que representa mi amor hacía esa primigenia inspiración.
Más la vida sigue, otros apegos están por manifestarse, y se abren paso otros lugares donde depositar el corazón, donde plantar las ilusiones, donde ver crecer la esperanza.
Del ayer, del ahora, y tal vez del mañana continuaré hablando...
Este es mi espacio: eternamente en construcción, sin un plan maestro y estás mis crónicas...




viernes, agosto 03, 2012

El recuento de los daños. 4a.parte

CRÓNICAS DE UNA MENTE DAÑADABRUJA


Al final de la jornada del 26 de Julio los reportes oficiales dieron cuenta de 200 detenidos, 200 heridos (5 agentes, 3 altos mandos, 3 periodistas,) 15 comercios saqueados y 76 comunistas detenidos.
 La policía capitalina afirmo que intervino a solicitud de la FNET, porque denunciaron a infiltrados y provocadores que habían tomado autobuses para dirigirse al Zócalo.
 
El DDF llego a negar la irrupción policiaca. La FNET a su vez acuso de los hechos a La Juventud Comunista, a quien reclamo, haber distorsionado el espíritu de la manifestación que tenia como propósito “Defender al Instituto Politécnico Nacional”

 La policía  no tardo en señalar a los comunistas como los responsables, los llamo “agitadores” y “provocadores” y los acuso de aprovechar la marcha de los politécnicos “para consumar hechos reprobables”, según un comunicado emitido en la noche del 26 de Julio.
La emprendieron contra El Partido Comunista. Allanaron sus oficinas, en la calle Mérida 186 de la Col. Roma, y los talleres y la redacción de su periódico La Voz de México. Allí detuvieron, sin previa orden de aprehensión, a dirigentes de la CNED y de la JCM. En total,76 dirigentes y militantes comunistas fueron detenidos y 46 de ellos consignados por daño en propiedad ajena, robo, lesiones, injurias, amenazas contra la autoridad, secuestro, resistencia de particulares, pandillerismo y ataques a las vías generales de comunicación.

La intervención del ejército auguro que las protestas de los estudiantes tendrían un final trágico
A partir del 27 de Julio la movilización estudiantil comenzó a extenderse en las calles: brigadas de estudiantes y porros cercaron las preparatorias 3 y 2 en un perímetro que comprendió  las calles de Venezuela, Guatemala, Brasil y El Carmen. En cada bocacalle tendieron una cuerda y dejaron guardias de 20 estudiantes, luego colocaron camiones con las llantas ponchadas, algunos formaron brigadas para recolectar fondos y tomaron camiones en distintos puntos de la ciudad.
Muy cerca de ellos, en la esquina de Seminario y Guatemala, permanecían apostados aproximadamente 200 agentes bajo el mando del Coronel  Ramón Ruiz Torres, que no hicieron nada por impedir la acción de los jóvenes

Y también los estudiantes de las vocacionales 2 y 5 del politécnico levantaron barricadas en torno a La Ciudadela, recuerda el Johnny.

Ese sábado 27, por la mañana una comisión de estudiantes de la voca 5, encabezada por Genaro Alanís intento entrevistarse con el Regente Alfonso Corona del Rosal, pero en la antesala de sus oficinas fueron detenidos.
A las 5 de la tarde, hubo una asamblea en el anfiteatro Justo Sierra del Colegio de San Ildefonso, a la que acudieron dirigentes estudiantiles de la UNAM, el POLITECNICO, CHAPINGO, LA NORMAL  y algunas escuelas de los estados. Era la primera reunión de coordinación estudiantil.

Por la noche del 27, se reiniciaron los enfrentamientos entre granaderos y estudiantes en los alrededores de San Ildefonso.
 La UNAM entonces, por iniciativa del Rector Javier Barros Sierra, buscó un acercamiento con las autoridades para encontrar una salida pacífica al conflicto. Fernando Solana, entonces secretario universitario, se puso en contacto con el secretario del DDF, Rodolfo González Guevara, en quien percibió una “extraña indiferencia”, como comento Barros Sierra a Gastón García Cantú, años después.
Fungieron como mediadores Alfonso Millán, Eduardo Martínez y Julio González Tejada, quienes pudieron reunirse con los chicos después de la entrevista que sostuvieron con las autoridades.
Los funcionarios universitarios después de conversar con los estudiantes, salieron a la calle, apenas pusieron un pie fuera del área de barricada, fueron aprehendidos por la policía, acusados de ser los “lideres”. A Millán, lo patearon y luego los llevaron a todos a la PGR para interrogarlos. Los mantuvieron incomunicados hasta la madrugada, cuando los dejaron en libertad

Las autoridades de la UNAM le ocultaron esa infame “provocación” a los estudiantes, para evitar más incidentes que pudieran revertir las negociaciones entre la UNAM y las autoridades capitalinas, que llegaron a buen puerto, pues en la madrugada del domingo, un grupo de estudiantes fue liberado y trasladado a la preparatoria, para que sus compañeros los vieran, a cambio permitieron la retirada de 17 camiones que habían tomado, antes sin embargo en medio de la tensa calma que habían logrado las negociaciones entre la UNAM  y las autoridades, ocurrió una provocación más: Estudiantes que custodiaban el acceso al barrio universitario, fueron agredidos por cerca de 200 jóvenes que pretendieron destruir las barricadas, entraron a la prepa 1, cortaron la energía eléctrica, robaron equipo de oficina y pinturas de la oficina del director. Ninguno de los 200, fue detenido por la policía, que mantenía cercada la zona. Gilberto Guevara en su libro La Libertad Nunca se Olvida, presume que ésta fue la primera actuación del grupo paramilitar de Los Halcones, que comandó Manuel Díaz; y se hizo célebre en la represión del 10 de junio de 1971, el JUEVES DE CORPUS. José Rosario C. líder de la FNET en el 68, confirmo esta suposición.

Entre el sábado 27 y el domingo 28, los titulares de la prensa hicieron eco unánime: la culpa fue de los comunistas, los acusaron del enfrentamiento y de promover guerrillas en las escuelas.
Para el domingo 28, las autoridades ya habían fraguado el argumento de la conspiración comunista.     Aseguraron que los líderes del PCM habían “acordado protestar contra la jefatura de policía y de enviar grupos de choque al acto que realizarían los politécnicos, con el objeto de provocar desordenes para que interviniera la policía y así agravar el problema entre la policía y los estudiantes”

“Los únicos responsables de los hechos bochornosos y reprobables; son individuos nacionales y extranjeros que han hecho de la agitación su modo de vida, encontrándose entre ellos sujetos comunistas, de extrema izquierda, que aprovechan cualquier acto estudiantil de protesta para alcanzar sus fines perversos” Declaración de Luis Cueto, jefe de la policía.

El partido Comunista, en su defensa, argumento también un “complot”, pero de parte de grupos de extrema derecha, de sectores reaccionarios del gobierno mexicano y de la embajada norteamericana.
La represiíon del 29-30 de Julio 5a.parte


 monte_rocco@hotmail.com

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